¿Cuál es la diferencia entre un sueño y una meta?, los sueños no tienen fecha, las metas sí. Es por esa razón que debemos pasar nuestros sueños y fantasías a metas y objetivos concretos para lograr plasmarlos en la realidad.
Por ejemplo: cuando una persona dice "Algún día voy a comprarme una casa", el inconsciente interpreta y codifica "algún día", lo cual significa nunca, porque nunca "HOY" significará "algún día". En cambio sí expreso "antes de fin de año voy a comprarme mi casa", el inconsciente tratará de encontrar la forma para que logres comprarte la casa antes de fin de año. Las oportunidades aparecerán, pero ¿te animarás a arriesgarte? El tema primordial a la hora de aceptar o no una oportunidad, son nuestras creencias limitantes, ya que estas son las que nos alejan de nuestros objetivos. Cuando queremos lograr algo y nos vienen a la mente frases como: "necesito mucho dinero para lograrlo, es muy caro", "no es momento para comprar, el país está en crisis", "es imposible que logre comprarme una casa en tan poco tiempo" estamos frente a una creencia limitadora.
Es habitual que al enfocarnos en algo que queremos lograr, nos vengan pensamientos limitantes y justificaciones para NO hacer lo que nos proponemos hacer. Esto ocurre porque cuando éramos niños fuimos educados y programados desde la limitación. Cuando un niño quiere un trozo de torta, va y lo agarra.... va hacia lo que quiere!, pero de pronto su madre lo reta y le dice: No!!, espera!!, tenes que esperar a que te ofrezcan un pedazo, no se agarra sin permiso! Es así como este niño crece y luego, de adulto quiere encontrar un buen trabajo y espera... espera a que lo llamen, a que le ofrezcan un trabajo, porque algo a nivel inconsciente le dice que NO PUEDE tener lo que quiere, que tiene que esperar a que alguien le ofrezca, o que le den permiso. Esta es una de las razones por la cual no logramos nuestros objetivos, porque estamos en una espera constante de algo externo, como si siempre nos faltara algo para accionar.
Nuestras creencias limitantes se expresan a través del miedo y la duda. Y esta es la razón por la cual nos sentimos estancados en nuestra vida y no logramos encontrar soluciones a nuestros problemas. Para lograr resultados diferentes, debemos cambiar nuestras creencias, ya que son estas las que nos dicen si podemos lograr algo o no. El inconveniente es que el cerebro no está entrenado para hacer planes y le presta mayor atención a lo negativo o lo que puede ser una posible amenaza. Nuestra mente ve el cambio como un peligro, ya que es algo nuevo e incierto. Es por esta razón que nos incomoda o genera estrés hacer cosas nuevas o cambiar una rutina. El primer paso para lograr nuestros objetivos es entender que nos programamos a través de las palabras y los pensamientos, el lenguaje es el intento de expresar lo que se experimenta en el cerebro. Sin embargo, por más rico que sea el lenguaje, no podrá expresar por completo lo que sucede en nuestra mente. Es por esta razón que cuando nos comunicamos, podemos interpretar la información desde diferentes puntos de vista.
Cuando hablamos de metas, la comunicación interior es fundamental. Si no cambiamos nuestro diálogo interno negativo, nada va a cambiar.
Debemos concentrarnos en lo que queremos, en lugar de hacerlo con lo que NO queremos. El siguiente paso es escribir las metas, todo lo que se escribe en un papel es importante. Ejemplo: si voy alquilar una casa, debería firmar varios documentos. No se trata simplemente de ir a la inmobiliaria y pedirle la casa, y prometerle que abonaré el alquiler todos los meses. Todo lo que es importante figura por escrito, la pregunta es: ¿Tus metas son importantes?, porque de tus metas depende el destino de tu vida. Si aún no has tenido tiempo para pensar en lo más importante que es tu vida, ¿en que piensas entonces?
El secreto para lograr cualquier meta es invertir primero en nuestra MENTE. Hasta que no podamos descubrir qué programaciones inconscientes dirigen nuestra vida, seguiremos culpando al destino por nuestros resultados. Debemos dividir nuestra meta en pequeñas ACCIONES que pueda aplicar a mi vida sin excusas.
Ejemplo: quiero comprarme un auto. Tengo un sueldo fijo y no me sobra dinero para ahorrar.
Posibles soluciones:
A. Cambio de trabajo por uno más redituables.
B. Consigo un trabajo extra o algo independiente que me genere un ingreso extra.
C. Saco un préstamo, ¿pero como lo pago? el dinero sigue siendo el mismo.
La respuesta es: generar más dinero. La pregunta es: ¿Estás dispuesto a invertir tiempo para tener un auto? El problema general es que queremos GANAR más haciendo lo mismo... y eso no va a pasar. Debo accionar e invertir tiempo y a veces dinero, para generar más ingresos.
Las personas no logran sus metas porque simplemente no quieren salir de su zona de confort.
La respuesta es moverse y accionar, aunque tengas miedo o vergüenza. Y vas a ver que al tiempo todo se acomoda. No solo que vas a generar dinero por hacer algo independiente, si no que vas a descubrir que TODO depende de uno mismo y es ahí donde se rompen las trabas mentales que te alejan de la prosperidad.
La espera es tu única ancla que te ata a la carencia.
Para contactarse con Natalia Barrera:
En Facebook
Mail: escuelanefer@gmail.com
O por teléfono: +54 0291 15 419 7428
Por ejemplo: cuando una persona dice "Algún día voy a comprarme una casa", el inconsciente interpreta y codifica "algún día", lo cual significa nunca, porque nunca "HOY" significará "algún día". En cambio sí expreso "antes de fin de año voy a comprarme mi casa", el inconsciente tratará de encontrar la forma para que logres comprarte la casa antes de fin de año. Las oportunidades aparecerán, pero ¿te animarás a arriesgarte? El tema primordial a la hora de aceptar o no una oportunidad, son nuestras creencias limitantes, ya que estas son las que nos alejan de nuestros objetivos. Cuando queremos lograr algo y nos vienen a la mente frases como: "necesito mucho dinero para lograrlo, es muy caro", "no es momento para comprar, el país está en crisis", "es imposible que logre comprarme una casa en tan poco tiempo" estamos frente a una creencia limitadora.
Es habitual que al enfocarnos en algo que queremos lograr, nos vengan pensamientos limitantes y justificaciones para NO hacer lo que nos proponemos hacer. Esto ocurre porque cuando éramos niños fuimos educados y programados desde la limitación. Cuando un niño quiere un trozo de torta, va y lo agarra.... va hacia lo que quiere!, pero de pronto su madre lo reta y le dice: No!!, espera!!, tenes que esperar a que te ofrezcan un pedazo, no se agarra sin permiso! Es así como este niño crece y luego, de adulto quiere encontrar un buen trabajo y espera... espera a que lo llamen, a que le ofrezcan un trabajo, porque algo a nivel inconsciente le dice que NO PUEDE tener lo que quiere, que tiene que esperar a que alguien le ofrezca, o que le den permiso. Esta es una de las razones por la cual no logramos nuestros objetivos, porque estamos en una espera constante de algo externo, como si siempre nos faltara algo para accionar.
Nuestras creencias limitantes se expresan a través del miedo y la duda. Y esta es la razón por la cual nos sentimos estancados en nuestra vida y no logramos encontrar soluciones a nuestros problemas. Para lograr resultados diferentes, debemos cambiar nuestras creencias, ya que son estas las que nos dicen si podemos lograr algo o no. El inconveniente es que el cerebro no está entrenado para hacer planes y le presta mayor atención a lo negativo o lo que puede ser una posible amenaza. Nuestra mente ve el cambio como un peligro, ya que es algo nuevo e incierto. Es por esta razón que nos incomoda o genera estrés hacer cosas nuevas o cambiar una rutina. El primer paso para lograr nuestros objetivos es entender que nos programamos a través de las palabras y los pensamientos, el lenguaje es el intento de expresar lo que se experimenta en el cerebro. Sin embargo, por más rico que sea el lenguaje, no podrá expresar por completo lo que sucede en nuestra mente. Es por esta razón que cuando nos comunicamos, podemos interpretar la información desde diferentes puntos de vista.
Cuando hablamos de metas, la comunicación interior es fundamental. Si no cambiamos nuestro diálogo interno negativo, nada va a cambiar.
Debemos concentrarnos en lo que queremos, en lugar de hacerlo con lo que NO queremos. El siguiente paso es escribir las metas, todo lo que se escribe en un papel es importante. Ejemplo: si voy alquilar una casa, debería firmar varios documentos. No se trata simplemente de ir a la inmobiliaria y pedirle la casa, y prometerle que abonaré el alquiler todos los meses. Todo lo que es importante figura por escrito, la pregunta es: ¿Tus metas son importantes?, porque de tus metas depende el destino de tu vida. Si aún no has tenido tiempo para pensar en lo más importante que es tu vida, ¿en que piensas entonces?
El secreto para lograr cualquier meta es invertir primero en nuestra MENTE. Hasta que no podamos descubrir qué programaciones inconscientes dirigen nuestra vida, seguiremos culpando al destino por nuestros resultados. Debemos dividir nuestra meta en pequeñas ACCIONES que pueda aplicar a mi vida sin excusas.
Ejemplo: quiero comprarme un auto. Tengo un sueldo fijo y no me sobra dinero para ahorrar.
Posibles soluciones:
A. Cambio de trabajo por uno más redituables.
B. Consigo un trabajo extra o algo independiente que me genere un ingreso extra.
C. Saco un préstamo, ¿pero como lo pago? el dinero sigue siendo el mismo.
La respuesta es: generar más dinero. La pregunta es: ¿Estás dispuesto a invertir tiempo para tener un auto? El problema general es que queremos GANAR más haciendo lo mismo... y eso no va a pasar. Debo accionar e invertir tiempo y a veces dinero, para generar más ingresos.
Las personas no logran sus metas porque simplemente no quieren salir de su zona de confort.
La respuesta es moverse y accionar, aunque tengas miedo o vergüenza. Y vas a ver que al tiempo todo se acomoda. No solo que vas a generar dinero por hacer algo independiente, si no que vas a descubrir que TODO depende de uno mismo y es ahí donde se rompen las trabas mentales que te alejan de la prosperidad.
La espera es tu única ancla que te ata a la carencia.
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