TIPOS DE CONDUCTA ,,PERSONALIDAD C

patrón de conducta

Este tipo de personalidad se caracteriza por la represión de las emociones negativas.


Personalidad tipo C: rasgos de este patrón de conducta
Alex Figueroba Alex FiguerobaPsicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica
           
El patrón de personalidad tipo C, caracterizado por la inhibición de emociones negativas y la presencia de rasgos depresivos, ha sido asociado con la evolución del cáncer una vez ha aparecido esta enfermedad.
No obstante, las investigaciones más recientes en torno a la relación entre personalidad y cáncer han restado credibilidad a tal hipótesis.

Los patrones de personalidad A, B, C y D

En 1959 los cardiólogos Meyer Friedman y Ray Rosenman describieron el patrón de personalidad tipo A, caracterizado por su rol como factor de riesgo en el desarrollo de trastornos cardiovasculares. Entre los rasgos distintivos de este estilo de personalidad destacan la ansiedad, la ambición, la rigidez, la impaciencia, la competitividad y la hostilidad.
Más adelante se empezó a utilizar también el concepto de “patrón de personalidad tipo B” para describir a individuos con una menor tendencia a implicarse en situaciones estresantes. Las personas con esta personalidad suelen ser reflexivas y creativas, procuran disfrutar de su vida en mayor medida que las del tipo A y no siempre se orientan al logro.
A estos dos patrones de personalidad se sumaron también el tipo C y el tipo D. La personalidad tipo C, de la que hablaremos en profundidad a continuación, incluye como rasgos definitorios la represión emocional y la desesperanza, y se le ha atribuido una cierta capacidad predictiva en la evolución del cáncer, aunque no en su aparición.
Por último encontramos el patrón de personalidad tipo D, que fue descrito por Denollet et al. (1996) y empeoraría la evolución de problemas cardiacos. La letra “D” proviene de la palabra “distressed”, que significa “angustiado”. Se define como una combinación entre la tendencia a la inhibición social y a sentir emociones negativas, como tristeza, irritabilidad y preocupación.
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Características de la personalidad tipo C

Las descripciones que se han hecho del patrón de personalidad tipo C varían en función de la investigación o de la literatura específica. En general podemos destacar cinco rasgos de personalidad principales: el control emocional, la represión emocional, la comprensión, la racionalidad y la necesidad de armonía. Cada descripción destaca unos u otros factores.
El punto clave de este estilo de personalidad es la inhibición o represión de las emociones negativas; nos referimos a la tristeza, el miedo y especialmente a la ira. Además se detectan una ausencia marcada de conductas de dominancia y de hostilidad y una tendencia a la aceptación estoica de los eventos vitales negativos.
   
Las personas que encajan en el patrón tipo C suelen tener dificultades para afrontar las situaciones de estrés, sobre todo de una manera directa y activa. Este rasgo provoca reacciones psicológicas de tipo depresivo, como las expectativas de indefensión o la desesperanza con respecto al futuro.
De esto se deduce que el patrón de personalidad tipo C lleva a que, ante la aparición de cáncer, la persona afectada afronte la enfermedad y las emociones negativas derivadas de ésta de forma insuficiente, lo cual podría interferir gravemente en el tratamiento.
Las características que se atribuyen al patrón de personalidad tipo C lo acercan a otros constructos similares. Merecen una mención especial los tipos 1 y 5 de la clasificación de reacciones al estrés desarrollada por Eysenck y Grossarth-Maticek (1990), ambos asociados a un aumento del riesgo de sufrir cáncer, según estos autores.

Evidencia científica al respecto

Aunque la investigación ha confirmado la capacidad predictiva del patrón de personalidad tipo A con respecto a las enfermedades cardiovasculares, no se puede decir lo mismo del patrón tipo C. Incluso en su origen éste no dejaba de ser un intento de aplicar la hipótesis de Friedman y Rosenman a trastornos médicos distintos a los del sistema circulatorio.
En los años 90 este constructo era aceptado de forma preliminar por muchos miembros de la comunidad científica, pero enseguida empezó a resultar evidente la falta de consistencia en los hallazgos en torno a su capacidad predictiva en el cáncer. Entre otros aspectos, la irregularidad en la definición del patrón de personalidad C dificulta la comparación entre estudios.
En la actualidad se cree que la supuesta asociación entre la inhibición emocional y el desarrollo o la evolución del cáncer, en caso de existir, estaría mediada por determinados estilos de afrontamiento poco adaptativos o por otras variables intermediarias, y no sería en ningún caso específica de esta enfermedad.
El macroestudio prospectivo de Nakaya et al. (2003), como muchas otras investigaciones, desmiente la idea de que rasgos de personalidad asociados al neuroticismo tengan un papel causal en el cáncer. Además se sugiere que en la relación encontrada por otros autores entre esta enfermedad y la ansiedad puede darse una causalidad inversa a la estudiada.

Referencias bibliográficas:

  • Blatný, M. & Adam, Z. (2008). Type C personality (cancer personality): current view and implications for future research. Vnitr̆ní lékar̆ství, 54(6): 638-45.
  • Cardona Serna, E. J., Jaramillo, A. C. & Díaz Facio Lince, V. E. (2013). Relación entre la personalidad tipo C y el cáncer: Estado del arte. Psicoespacios: Revista Virtual de Ciencias Sociales y Humanas, 7(10): 66-92.

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