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EL CEREBRO DE UN BUEN LECTOR

Cómo funciona el cerebro de un buen lector

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Más allá de ser un mero pasatiempo, la lectura se trata de un proceso complejo en el que intervienen varias áreas de nuestro cerebro. Si quiere conocer los beneficios de lectura revisa un extracto de la nota realizada por La Vanguardia: “Cómo funciona el cerebro de un buen lector”.
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 Niñas /Osco y Neurociencias
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    Los lectores habituales tienen más conexiones neuronales que alguien analfabeto.

    Cómo se desarrolla el proceso de la lectura en nuestro cerebro

    Más allá de ser un mero pasatiempo, se trata de un proceso complejo en el que intervienen varias áreas de nuestro cerebro y que tardamos unos diez años aproximadamente en conformarlo y alcanzar su plena madurez, según afirma el Dr. Guillermo García Ribas, neurólogo del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
    Se desarrolla en el hemisferio izquierdo y la corteza inferotemporal -zona encargada de detectar y reconocer las palabras escritas- transmite la información a otras áreas. “Una parte del cerebro está especializada en la interpretación de los símbolos, de manera que somos capaces de utilizar una comunicación no verbal. Algo único en el reino animal, ya que solo es propio de la especie humana. Dichos símbolos se agrupan, se ordenan y se vinculan para poder ser entendidos”, afirma el experto.
    “Es un proceso complejo en el que intervienen varias áreas de nuestro cerebro y que tardamos unos diez años aproximadamente en conformarlo y alcanzar su plena madurez” Dr. Guillermo García Ribas, Neurólogo del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología

    Importa el género que leas

    No es lo mismo leer una novela de aventuras que un texto sobre derecho penal para el cerebro. “Las novelas activan regiones que no solo interpretan los símbolos, también estimulan la imaginación o la acción motora. Es a lo que llamamos “meterse en un libro”, explica el neurólogo.
    “La corteza frontal tiene el control motor y la planificación, mientras que el lóbulo temporal interviene en los procesos de emoción y memoria. En la lectura hay dos aspectos importantes: uno referido a la complejidad sintáctica -que descodifica el lenguaje- y el otro al pensamiento simbólico o la narrativa que tiene la propia lectura”, indica el experto.

    Mejora nuestro cerebro

    De hecho, leer nos modifica el cerebro de manera favorable. En un estudio del neurocientífico Alexandre Castro-Caldas y su equipo de la Universidad Católica Portuguesa, demostraron que esta actividad tenía repercusiones anatómicas pues las fibras nerviosas que unen ambos hemisferios son más gruesas en los lectores habituales que en los analfabetos.
    “Aquellas personas que leen presentarán el mismo número de neuronas, pero mayor número de conexiones más eficientes”, sentencia García Ribas.
    “Esto implica aumentar nuestra reserva cognitiva ante el envejecimiento o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. A mayor reserva notaremos después o evitaremos los efectos de estas dolencias, es decir, que se manifestarán más tarde”, concluye.
    “Aquellas personas que leen presentarán el mismo número de neuronas, pero mayor número de conexiones más eficientes” Dr. Guillermo García Ribas, Neurólogo del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología

     Todos sus beneficios

    Además de cultivar nuestra mente siempre se ha hablado de que tiene el poder de prevenir el deterioro cognitivo producto de algunas enfermedades como el Alzheimer.
    “No es preventivo de la enfermedad, ya que desgraciadamente la sufren personas de todo el ámbito social como, por ejemplo, escritores. Sin embargo, al incrementar la eficiencia de las neuronas con la lectura,tendríamos que perder muchas más conexiones para que se empiece a notar (en vez de a los cincuenta a los setenta años). Lo que si que se ha demostrado es que disminuye el impacto de la enfermedad, si se mantiene una lectura activa”, indica García Ribas.
    Está claro que si vamos al gimnasio para ejercitar nuestros músculos y articulaciones, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestro cerebro mediante la lectura?
    Asimismo, representa una actividad más intensa que otras a las que también estamos acostumbrados como ver una película. “Somos seres visuales, por lo que procesamos las imágenes de forma muy rápida. En contraposición a otras actividades o estímulos como la lectoescritura o el cálculo matemático que precisan una mayor capacidad cerebral”, explica el experto.
    Por su parte el Dr. Antoni Giner Tarrida, experto en pedagogía, coaching y psicología miembro del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, opina que “al principio puede resultar un esfuerzo o cansado, pero cuando se supera esta barrera y comienza a despertar tus inquietudes y motivación, es muy satisfactorio. Despierta las ganas de aprender, la fantasía, la creatividad y despierta las ganas de vivir”.
    “La lectura no es preventiva del Alzheimer, ya que desgraciadamente la sufren personas de todo el ámbito social como, por ejemplo, escritores. Sin embargo, al incrementar la eficiencia de las neuronas con la lectura, tendríamos que perder muchas más conexiones para que se empiece a notar”, Dr. Guillermo García Ribas, Neurólogo del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología
    “Cuando encuentras un libro que te gusta, tu mente entra como en un estado de éxtasis y de mindfulness. Al requerir un gran nivel de concentración, nos relajamos, abstraemos la mente y dejamos atrás otros pensamientos o problemas que nos preocupan. De ahí que muchos lean un libro antes de dormir”, afirma el psicólogo.
    No obstante, ahora predomina la inmediatez en la sociedad actual, una cultura estresante y los patrones de lectura en redes sociales, donde saltamos de una noticia a otra, son contrarias a la lectura tradicional que requiere mayor absorción. Giner Tarrida asegura que, dentro de ese frenetismo, hemos sustituido los whatsapps escritos por audios, sin embargo debemos tener presente que para llegar a escribir un simple mensaje de texto necesitamos poseer la habilidad descodificadora y comprensiva de las palabras.
    Por ello, recalca la importancia que tiene la lectura y de que los niños comiencen desde una edad temprana a tener este hábito. “Debemoscalmar la mente y evadirnos con un buen libro que nos guste para nuestro bienestar emocional, ya que libera endorfinas”, concluye.

    La lectura los cimientos del aprendizaje

    Como pedagogo, Giner Tarrida, considera que no solo se debe tener una lectura mecánica, sino también comprensiva que te ayude a entender los mensajes subliminales y la riqueza del texto. “Aparte del acto mecánico e imprescindible en sí, ahora se está incidiendo más en la comprensión holística”, sentencia.
    “Una de las mayores riquezas de la lectura es poder imaginar lo que estás leyendo a través de imágenes. Además, es una actividad que conecta con todo el resto de aprendizajes que poseemos”, continúa.
    Y es que la imaginación es tan poderosa que con solo leer un verbo que implique una acción, también se activan regiones encargadas del movimiento, tal y como demuestran muchas resonancias magnéticas funcionales de algunos estudios. “Esto implica que hay una conexión entre las zonas de la interpretación de los símbolos y otras, como la del movimiento, que hasta ahora desconocíamos”, concluye García Ribas.
    “La lectura despierta las ganas de aprender, la fantasía, la creatividad y despierta las ganas de vivir”, Dr. Antoni Giner Tarrida, Experto en pedagogía, coaching y psicología miembro del COPC
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    Fuentes:
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    Extracto “Cómo funciona el cerebro de un buen lector”, La Vanguardia. Publicado el 21 de abril de 2017

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