“Hay un tipo concreto de dolor, miedo y soledad relacionado con este tipo de locura. Cuando estás arriba es tremendo; las ideas y sentimientos vuelan como estrellas fugaces. Pero en un momento todo cambia. La ideas son demasiadas y demasiado veloces. La confusión reemplaza a la claridad. Todo lo que antes te impulsaba ahora se pone en contra, estás irritable, asustado e incontrolable. Nunca termina ya que la locura acaba tallando su propia realidad”.
-Kay Redfield Jamison (Escritora y psicóloga)
TRATAMIENTO DEL TRASTORNO BIPOLAR. LOS TRES PILARES QUE SUSTENTAN UNA ADECUADA INTERVENCIÓN. PSICOTERAPIA, FAMILIA Y MEDICACIÓN ADECUADA.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO.
La adherencia al tratamiento farmacológico en pacientes diagnosticados de Trastorno Bipolar suele ser baja. Es imprescindible que el paciente entienda que tratamiento farmacológico y psicoterapéutico son complementarios, siendo la medicación un pilar imprescindible. El objetivo del mismo es la evitación de las crísis y minimizar/eliminar la sintomatología sub-síndrome. Suelen utilizarse estabilizadores del estado del ánimo. En todo momento, la persona que es diagnosticada de trastorno bipolar deberá estar acompañada de seguimiento médico.
TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO.
La terapia cognitivo-conductual se erige en un pilar fundamental para el tratamiento del trastorno bipolar. La base de la misma sería la interacción entre la triada pensamiento-emoción y comportamiento. Sobre como pensemos incidirá en qué sintamos y cómo actuemos.
Se utilizarán técnicas de reestructuración cognitiva, modificación de estilos de afrontamiento y resolución de problemas.
Se entrena al paciente a detener y modificar las distorsiones cognitivas, potenciando conductas que favorezcan un mejor afrontamiento de la enfermedad. Buena parte de proceso es psicoeducativo, se busca que el paciente entienda qué es la enfermedad, se fortalece la adherencia al tratamiento y se ayuda a detectar precozmente y manejar los pródomos. Se le informa de la importancia de seguir unos hábitos de vida saludables, alejándose de las conductas de riesgo y el consumo de tóxicos. Se le proporcionan técnicas para el manejo del estrés.
INTERVENCIÓN FAMILIAR.
La psicoeducación. Se le debe proporcionar información a la familia y al afectado sobre el trastorno. Esto tiene como objetivo una mejor comprensión, afrontamiento y prevención de consecuencias propias de la enfermedad. Se debe promover la colaboración activa entre el paciente, la familia y los profesionales de la salud. Una familia implicada adecuadamente incidirá en un mejor manejo del trastorno.
Será adecuado entrenar a los familiares en la mejora de la comunicación intrafamiliar. La escucha activa, el control emocional y el manejo de la asertividad crearán un mejor manejo de la enfermedad.
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