El cambio requiere tomar conciencia y decidir cómo ya no quieres estar, y ese nivel de conciencia necesita una cierta cantidad de esfuerzo mental y moderación.
En neurociencia, tenemos tres cerebros que nos permiten ir del pensamiento al ser. El cerebro pensamiento es el neocórtex. Y cada vez que aprendemos algo nuevo, se forja una nueva conexión sináptica en el cerebro pensante. El neocórtex que es el cerebro corrugado que se encuentra en el exterior, nos permite obtener información de nuestro entorno. Así que cuando empezamos a aprender cosas nuevas, se añade un nuevo punto a los circuitos que representan el tapiz tridimensional en nuestra materia gris.
Ahora bien, no es suficiente con saber la información. Es importante para nosotros que apliquemos lo que aprendemos, para personalizarlo, para demostrarlo. Tenemos que tomar lo que aprendimos, intelectual o filosófico, el conocimiento que hemos ganado, y aplicarlo, personalizarlo, demostrarlo, y cambiar algo de nosotros mismos. Cuando lo hacemos, tenemos una nueva experiencia.
Nuestras experiencias enriquecen el cerebro, ya que en medio de una nueva experiencia, todo lo que entra a través de nuestros cinco sentidos está enviando un torrente de información al cerebro, a través de las cinco vías diferentes, causando que selvas de neuronas se organicen para reflejar el evento. Estas neuronas comienzan a representar el entorno y producir productos químicos que comienzan a darle indicaciones al cuerpo. Y cuando esto sucede, activamos el segundo cerebro, llamada el cerebro límbico o cerebro emocional.
En el momento en que comienzan a modificar nuestro comportamiento y tenemos una nueva experiencia, estamos enseñando al cuerpo emocional lo que se ha entendido intelectualmente. Ahora tenemos dos cerebros que trabajan juntos: Tenemos la mente y el cuerpo al unísono. Estamos encarnando el conocimiento.
Ahora bien, no basta con tener la experiencia una vez. Tienes que ser capaz de repetirlo, hacerlo una y otra vez. Hay que memorizarlo. Tenemos que condicionar neuroquímicamente la mente y cuerpo hasta el punto en que el cuerpo sepa tanto como el cerebro. Cuando lo hacemos, estamos en un estado de ser, que es cuando nuestros pensamientos y sentimientos están alineados con un concepto y activamos el cerebelo, el centro de la memoria, lo hemos practicado tantas veces que ya no tenemos que pensar en ello, se vuelve automático.
El proceso de cambio requiere que pensemos en lo que vamos a ser. Nuestra red de pensamientos, nuestros comportamientos habituados y nuestras emociones memorizadas determinan lo que somos. Y el campo cuántico tiende a responder a lo que somos. No tanto a nuestros deseos o lo que queremos, sino a lo que estamos siendo. Entrar en un estado de ser, nos permite cambiar no sólo nuestra salud, sino la posición y lo que vendrá a nuestras vidas.
PONIENDO TODO EN PRÁCTICA
Vamos con un ejemplo de cómo todo esto se une.
Ahora que has leído este libro y has revisado toda la información, has hecho algunas conexiones nuevas, de hecho, cada vez que piensas en ello, y lo repites, estas recordándotelo y se refuerzan los circuitos nuevos.
Así que si decimos que cada vez que aprendemos algo nuevo se está forjando una nueva conexión en el cerebro, se puede decir que, recordar es mantener y sostener esas conexiones. A través del proceso de la repetición se refuerzan los circuitos por más tiempo.
Ahora, toda esta información se almacena en el cerebro pensante.
En otras palabras, ¿cómo puedo hacer con mi comportamiento para que coincida con mis intenciones? ¿Cómo puedo crear coherencia entre mis acciones y estas nuevas ideas? En ese momento, empiezas a revisar y pensar y recordar y contemplar todo lo que has aprendido, y empiezas a pensar en nuevas formas, que están obligando a tu cerebro a grabar a fuego nuevas secuencias, nuevos patrones , nuevas combinaciones. Y cada vez que trabajamos con el cerebro de manera diferente, estamos haciendo una nueva cuenta.
Así que el proceso de la contemplación está creando literalmente una nueva mente, y si lo hace las veces suficientes, te antepones a la experiencia real.
Ahora tienes algunos circuitos nuevos para utilizar en esa experiencia. Al acudir a la fiesta, y recordando lo que ya no quieres ser y como ya no quieres actuar, eres consciente de las tendencias inconscientes. El mero hecho de la revisión de todo esto, está restringiendo la activación de determinados circuitos. Y la neurociencia dice que “las células nerviosas que ya no se activan juntas ya no se conectan entre sí.” En otras palabras, si no lo usas, lo pierdes.
Cuando te vuelves consciente de esas reacciones automáticas y comienzas a pensar en una nueva forma de ser, estás cultivando un nuevo hardware neurológico y activando los circuitos neurologicos antes de que ocurra realmente la experiencia. Al llegar a la fiesta y ver a esa persona, en vez de responder de una manera predecible, ahora decides hacer exactamente lo que dice el libro, perdonas. Ya no vuelves a visitar la misma emoción.
Al utilizar este proceso , te acercas a esta persona como un nuevo ser, pasas por el proceso del perdón y en el momento en que haces exactamente lo que dice el libro, empiezas a sentir una sensación de transformación personal y de libertad en el momento en que ocurre.
Estás en una nueva experiencia porque ha cambiado tu comportamiento, has enseñando al cuerpo lo que la mente ha entendido intelectualmente. En otras palabras, el cuerpo está aprendiendo químicamente lo que la mente ha entendido filosóficamente. Los pensamientos son el lenguaje del cerebro y de la mente y los sentimientos son el lenguaje del cuerpo.
En el momento en que haces exactamente lo que tienes que hacer y sientes las nuevas sensaciones de liberación y perdón, el segundo cerebro se activa y el cuerpo y la mente están trabajando juntos. Ahora sabes que estás encarnando ese conocimiento y cómo se siente el perdón y la libertad.
Pero no basta con hacerlo una vez. No sirve perdonar una vez puntualmente y hemos terminado. Tenemos que ser capaces de repetir una y otra vez. Tenemos que memorizar un nuevo estado. Y cuando empezamos a conectar neurológicamente un nueva red de cables y luego acondicionar el cuerpo emocional, la repetición con el tiempo se vuelve tanto neurológica como química en el tercer cerebro, llamado el cerebelo.
Ahora has cambiado tu estado del ser con el pensamiento. Y si lo practicas suficientes veces, habrás memorizado un orden interno tan poderoso que ninguna condición en la vida puede escapar a ello . Y en ese estado del ser, el campo cuántico de tu vida comienza a fluir como consecuencia de lo que está siendo.
Del 90% al 95% de lo que somos en el momento en que tenemos 35 años de edad, se encuentra en un sistema de memoria subconsciente en el que la mayor parte de nuestros hábitos y comportamientos existen. Así pues, nuestro deseo natural en la vida es ir al pensamiento para hacer al ser. Y cuando podemos crear los estados automáticos de la mente que nosotros queremos, igual que los que nos impulsan a nuestro denominador más bajo, estamos en una nueva aventura. Nos dirigimos a una nueva vida, una nueva realidad.
Dr. Joe Dispenza.
Extraído del CD audio: El Arte de Cambiar por Joe Dispenza.
Pero ¿por qué, y por qué íbamos a querer cambiar? ¿Por qué deberíamos realmente desear crear un nuevo yo o una nueva vida? ¿Cuáles son los beneficios?
El cambio es expansión. Se trata de des-aprender ciertos rasgos que hemos aprendido de memoria y volver a aprender nuevos estados. Se trata de romper el hábito de la vieja naturaleza y reinventar un nuevo yo. Se trata de tu decisión de dejar de pensar, actuar o sentir de forma previsible. Y para esto, se requiere “podar” conexiones sinápticas, para que broten otras nuevas. Requiere des-memorizar estados emocionales que se han convertido en parte de tu personalidad y re-acondicionar tu cuerpo a una nueva emoción o a una mente nueva.En neurociencia, tenemos tres cerebros que nos permiten ir del pensamiento al ser. El cerebro pensamiento es el neocórtex. Y cada vez que aprendemos algo nuevo, se forja una nueva conexión sináptica en el cerebro pensante. El neocórtex que es el cerebro corrugado que se encuentra en el exterior, nos permite obtener información de nuestro entorno. Así que cuando empezamos a aprender cosas nuevas, se añade un nuevo punto a los circuitos que representan el tapiz tridimensional en nuestra materia gris.
Ahora bien, no es suficiente con saber la información. Es importante para nosotros que apliquemos lo que aprendemos, para personalizarlo, para demostrarlo. Tenemos que tomar lo que aprendimos, intelectual o filosófico, el conocimiento que hemos ganado, y aplicarlo, personalizarlo, demostrarlo, y cambiar algo de nosotros mismos. Cuando lo hacemos, tenemos una nueva experiencia.
Nuestras experiencias enriquecen el cerebro, ya que en medio de una nueva experiencia, todo lo que entra a través de nuestros cinco sentidos está enviando un torrente de información al cerebro, a través de las cinco vías diferentes, causando que selvas de neuronas se organicen para reflejar el evento. Estas neuronas comienzan a representar el entorno y producir productos químicos que comienzan a darle indicaciones al cuerpo. Y cuando esto sucede, activamos el segundo cerebro, llamada el cerebro límbico o cerebro emocional.
En el momento en que comienzan a modificar nuestro comportamiento y tenemos una nueva experiencia, estamos enseñando al cuerpo emocional lo que se ha entendido intelectualmente. Ahora tenemos dos cerebros que trabajan juntos: Tenemos la mente y el cuerpo al unísono. Estamos encarnando el conocimiento.
Ahora bien, no basta con tener la experiencia una vez. Tienes que ser capaz de repetirlo, hacerlo una y otra vez. Hay que memorizarlo. Tenemos que condicionar neuroquímicamente la mente y cuerpo hasta el punto en que el cuerpo sepa tanto como el cerebro. Cuando lo hacemos, estamos en un estado de ser, que es cuando nuestros pensamientos y sentimientos están alineados con un concepto y activamos el cerebelo, el centro de la memoria, lo hemos practicado tantas veces que ya no tenemos que pensar en ello, se vuelve automático.
El proceso de cambio requiere que pensemos en lo que vamos a ser. Nuestra red de pensamientos, nuestros comportamientos habituados y nuestras emociones memorizadas determinan lo que somos. Y el campo cuántico tiende a responder a lo que somos. No tanto a nuestros deseos o lo que queremos, sino a lo que estamos siendo. Entrar en un estado de ser, nos permite cambiar no sólo nuestra salud, sino la posición y lo que vendrá a nuestras vidas.
PONIENDO TODO EN PRÁCTICA
Vamos con un ejemplo de cómo todo esto se une.
Digamos que lees un libro llamado Del perdón al amor y Transformación. Digamos que estas tan cautivado por la información de este libro que pasas horas pensando en todo lo que has aprendido, en toda la nueva información que contiene ese libro. Podríamos decir que toda esta información es información intelectual. Es la teoría y la filosofía. Todo se almacena en el cerebro pensante.
Y a medida que comienzas a revisar esta información, a medida que comienzas a pensar en ello, lo que se aprende y se revisa, se memoriza en la cabeza, hace que las neuronas comiencen a desarrollar una relación a largo plazo. Podríamos decir que el concepto de la neurociencia “neuronas que se activan juntas, se conectan” significa que se va a cablear nueva información en tu cerebro filosóficamente.Ahora que has leído este libro y has revisado toda la información, has hecho algunas conexiones nuevas, de hecho, cada vez que piensas en ello, y lo repites, estas recordándotelo y se refuerzan los circuitos nuevos.
Así que si decimos que cada vez que aprendemos algo nuevo se está forjando una nueva conexión en el cerebro, se puede decir que, recordar es mantener y sostener esas conexiones. A través del proceso de la repetición se refuerzan los circuitos por más tiempo.
Ahora, toda esta información se almacena en el cerebro pensante.
Imagina que estás invitado a una fiesta. Te emociona porque en el último par de semanas has obtenido mucha información nueva que quieres compartir con tus amigos. Entonces te dicen que una persona por la que te has sentido traicionado en el pasado también estará en la fiesta y en ese momento empiezas a pensar en lo viejo, los pensamientos y emociones relacionados con la traición vuelven a aparecer.
Al comenzar a pensar de esta manera antigua, familiar, de repente tienes este pensamiento: ¿Qué parte del conocimiento, qué parte de la filosofía que aprendí de ese libro podría utilizar?, ¿Cómo debo cambiar mi comportamiento y hacer exactamente lo que dice el libro con el fin de tener una nueva experiencia?En otras palabras, ¿cómo puedo hacer con mi comportamiento para que coincida con mis intenciones? ¿Cómo puedo crear coherencia entre mis acciones y estas nuevas ideas? En ese momento, empiezas a revisar y pensar y recordar y contemplar todo lo que has aprendido, y empiezas a pensar en nuevas formas, que están obligando a tu cerebro a grabar a fuego nuevas secuencias, nuevos patrones , nuevas combinaciones. Y cada vez que trabajamos con el cerebro de manera diferente, estamos haciendo una nueva cuenta.
Así que el proceso de la contemplación está creando literalmente una nueva mente, y si lo hace las veces suficientes, te antepones a la experiencia real.
Ahora tienes algunos circuitos nuevos para utilizar en esa experiencia. Al acudir a la fiesta, y recordando lo que ya no quieres ser y como ya no quieres actuar, eres consciente de las tendencias inconscientes. El mero hecho de la revisión de todo esto, está restringiendo la activación de determinados circuitos. Y la neurociencia dice que “las células nerviosas que ya no se activan juntas ya no se conectan entre sí.” En otras palabras, si no lo usas, lo pierdes.
Cuando te vuelves consciente de esas reacciones automáticas y comienzas a pensar en una nueva forma de ser, estás cultivando un nuevo hardware neurológico y activando los circuitos neurologicos antes de que ocurra realmente la experiencia. Al llegar a la fiesta y ver a esa persona, en vez de responder de una manera predecible, ahora decides hacer exactamente lo que dice el libro, perdonas. Ya no vuelves a visitar la misma emoción.
Al utilizar este proceso , te acercas a esta persona como un nuevo ser, pasas por el proceso del perdón y en el momento en que haces exactamente lo que dice el libro, empiezas a sentir una sensación de transformación personal y de libertad en el momento en que ocurre.
Estás en una nueva experiencia porque ha cambiado tu comportamiento, has enseñando al cuerpo lo que la mente ha entendido intelectualmente. En otras palabras, el cuerpo está aprendiendo químicamente lo que la mente ha entendido filosóficamente. Los pensamientos son el lenguaje del cerebro y de la mente y los sentimientos son el lenguaje del cuerpo.
En el momento en que haces exactamente lo que tienes que hacer y sientes las nuevas sensaciones de liberación y perdón, el segundo cerebro se activa y el cuerpo y la mente están trabajando juntos. Ahora sabes que estás encarnando ese conocimiento y cómo se siente el perdón y la libertad.
Pero no basta con hacerlo una vez. No sirve perdonar una vez puntualmente y hemos terminado. Tenemos que ser capaces de repetir una y otra vez. Tenemos que memorizar un nuevo estado. Y cuando empezamos a conectar neurológicamente un nueva red de cables y luego acondicionar el cuerpo emocional, la repetición con el tiempo se vuelve tanto neurológica como química en el tercer cerebro, llamado el cerebelo.
Ahora has cambiado tu estado del ser con el pensamiento. Y si lo practicas suficientes veces, habrás memorizado un orden interno tan poderoso que ninguna condición en la vida puede escapar a ello . Y en ese estado del ser, el campo cuántico de tu vida comienza a fluir como consecuencia de lo que está siendo.
Del 90% al 95% de lo que somos en el momento en que tenemos 35 años de edad, se encuentra en un sistema de memoria subconsciente en el que la mayor parte de nuestros hábitos y comportamientos existen. Así pues, nuestro deseo natural en la vida es ir al pensamiento para hacer al ser. Y cuando podemos crear los estados automáticos de la mente que nosotros queremos, igual que los que nos impulsan a nuestro denominador más bajo, estamos en una nueva aventura. Nos dirigimos a una nueva vida, una nueva realidad.
Dr. Joe Dispenza.
Extraído del CD audio: El Arte de Cambiar por Joe Dispenza.
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